junio 29, 2005

Turismo de Aventura. Comenzando por el pasaporte

RepúbliK
PRIMERA PARTE...
Es que voy a cumplir años... MUUUUCHOS. Pero quiero más. Y no puedo dejar a mi pareja sin posibilidades. Que sabe uno si el hombre tiene planes en grande, (Europa) o en chico (New York)?. No menos. ¿Y si llego a necesitar el pasaporte? Ese, como al que se le venció la visa americana, y que es de los empastados color vino tinto, y que tiene dos renovaciones. Y pa'más Ñapa le falta el nombre del cambio de franquicia, en vez de República de Venezuela debe ser ahora Rrepuvlica LLa tu zaves de Benesuela.
Bueno, a muchos les consta, yo traté de pagar soborno, pero no un millón, y también a muchos les consta, traté de conseguir mi pana conectado a este proceso. Pero nos armamos de coraje y aprovechamos de montarnos un grupito con unos amigos y montamos un Operativo "Toma de Los Ruices": Les echo el cuento de los Hechos:
Pero les ruego que lleguen al final así sea saltando anécdotas.
Viernes 7 AM. 10 de Junio de 2005. La primera guardia la inició Elsa. Ella ya tenía la experiencia de la semana anterior. Ya habían estado el viernes anterior haciendo una cola en la madrugada como a las 4 AM. con lluvia incluida y no habían llegado al reparto de los números para sacar el documento el lunes.
Aclaratoria:
En las puertas de la Oficina de ONIDEX hay un aviso escrito en cartulina y pegado en las puertas que dice que están terminantemente prohibidas las colas en los alrededores de la sede.
Otro aviso dice que están prohibidas las listas.


Y en otro aviso se indican los recaudos para sacar pasaportes 4 fotos tamaño carnet, con fondo blanco2 fotocopias de la cédula de identidad VIGENTE Timbres fiscales por Bs. 44.700. Así que una vez vivida la frustración al primer intento, mi alta pana Elsa, preparo su morral con agüitas congeladas, galletas, café, juguitos, sanguiches, librito, rosario, y tejido con unas agujas arrechísimas. Y llegó a las 7, después de haber dejado a las niñas en el colegio. Allí conoció a otro chamo que estaba desde las seis pegado a una pared, diciéndole a un policía que andaba por ahí que él no se iba a mover de ahí porque estaba para iniciar la cola voluntaria del viernes. Pues pudo más el policía y los sacó. Fueron a parar a la esquina, y cada vez que uno iba a pedir información salían a buscarlo para que se unieran a la NO-COLA. Al llegar el mediodía el chamo de las 6 AM se da cuenta que no tiene cédula VIGENTE. Pues ahí surge la LISTA...Ay Ya Yay La Lista. Se empezaron a anotar y entonces se pudo ir uno a sacar la cédula y mi amiga a buscar a las chamas y dejarlas en la casa. Después de haber ido al baño se volvió a su lugar de la NO-COLA. Como ella iba a su casa, preparó unos números en la computadora y los repartió. Una de las chicas que estaba en la cola habló y contó que ella le iba a guardar el puesto a unos sobrinos. Yo creo que yo era "hermana" de mi amiga, o a lo mejor "prima". No le pregunté. Como a las seis de la tarde, 11 horas más tarde, ya con una cola importante y calentando humores se había unido el hermano de la pana y faltaban los maridos y la presente. Llegué con mi conyugo, como a las 7 de la noche y nos metimos en la cola, calladitos y sin hacer mucho ruido tratando de pasar desapercibidos. Como nosotros, fueron llegando los interesados en el deseado documento identificativo. La NO-COLA era en la acera de la calle, a todo lo largo de la avenida principal de Los Ruices. Ya se habían frustrado unos tres intentos de carajazos y sólo habían permitido la realización de dos listas, en las que casualmente estábamos en la primera decena de sendas listas. Las idas a Arturo's y a Café Guaco en Salud Si a por café y a orinar en limpios baños, se nos fue distanciando porque la noche estaba muy oscura. Pero bella y con una uñita de luna despejada y ambientada por la humillación y la violación de los derechos humanos, y negada a echarme al piso a descansar me fui a mi casa a buscar una sillita de cuando en otros tiempos yo caminaba y paraba por las autopistas de Caracas. Como a la una de la madrugada del sábado 11 día sábado 11 de junio, se prendió un foxtrot (tremendo peo) con una preñada, sin dientes, que quería brincarse la cola (NO-COLA) y que no se iba a calar listas. Pues como si nada, la embarazosa embarazada soltaba culebras al ajillo por esa boquita liberada del muro de contención de los dientes, es decir con saliva incluida, porque ella no iba a hacer cola. Claro. Le dijeron los primeros, no hay rollo. Tu no vas a hacer cola, no te enrolles, te puede dar algo, algo. Algo así como parto, pero no, la tipa nada de razón, tenía su panza bien colocada y no quería hacerse ni la débil ni la amiga de nadie, porque ella iba a pasar con "zu espozo, zus zuegros, zus cuñaos, y zu mamá". Nunca mencionó a su Paaaadreeee. Y eso que ya viene el día. Ese no viaja. Entonces, los de acá también se arrecharon... Y bueno... muchos coños y carajos después, y con una vuelta a la compostura, me dice la señora al lado mío, "yo le estoy haciendo la cola a mis sobrinos oíste". Y le digo "No hay rollo. Igual que si se la quieres hacer a tu ex marido y a su nueva esposa". Y como a las dos de la mañana, me vuelve cigarro en cara y me dice. "Mira es que mis sobrinos trabajan en el aeropuerto de Maiquetía y salen después de la una y no han llegado": "Ahhhhhhjammm". Ya cerradas las opciones de baños, nos íbamos a una ultra tasca, a por café y a orinar y en tremenda rumba, le comento a mi pana Elsa de la tía y los sobrinos... Ya ella sabía, así que preparadas y entendidas regresamos a la cola y le pregunté por sus sobrinos y cuantos eran: sacó su libreta de notas y contó de una lista como de 30 a 7 de ellos... Tía pa'brava. Y que lechúa, los 7 trabajando en el aeropuerto. Ojalá que no tengan un problema familiar, porque ese día tendrán que suspenderse los vuelos en Venezuela. Como habrán visto, los varones callan y no van al baño. Envidio lo segundo. Lo primero no lo entiendo... A lo mejor se relaciona a los esfínteres. Es una hipótesis y no conclusión. Pero ese es tema para otro día. A las tres y pico en punto, y con mis dudas no mencionadas,
-incrédula yo- se presentó una brigada de la POLICIA DE SUCRE. Bajaron de la camioneta unos cuatro Funcionarios y como si de un comando sorpresa se tratase, abrieron la sede de la ONIDEX, pero en cuestión de segundos, como quien asalta un banco, con todos los pasos cronometrados. Unos brincaron hacia nosotros, y empezaron a gritar con sus chalecos antibalas como si ellos le sirvieran para protección de malos pensamientos. "Contra la pared todo el mundo. El que no vaya a sacar pasaporte se me sale pal'frente de la calle. No quiero ver a nadie en doble fila. Se me paran todos uno atrás de otro. ¿Usté, no me entiende? Los quiero a todos en una sola fila para empezar a pasarlos a agarrar número. El que no esté en una sola fila no entra.
Vamos a entregar 800 números. Así que se forman y empezamos pa'que se vayan."
Uyyyyy. Sssusto. Y yo con ganas de cagarme en su madre. Pero no pude, mi cobardía propia y mi esposo me dominaba con su mirada amorosa y me acobija con su brazo diciéndome calladito al oído: "No vayas a decir nada por favor".
"Ahora van a pasar a hacer la cola adentro. Vamos a hacer las cosas en orden".
Hasta los vigilantes del edificio se pusieron a ayudar a organizar la NO-COLA, que pasaba de prohibida a COLA organizada por la propia policía. En ese momento me entraron varias confusiones sobre los avisos de la puerta. Uno, dos, tres, ocho, diez... veinte... cien...
Ahí mismito estábamos en una COLA mi pana y sus ocho familiares y yo con mi conyugo cargando con mi sillita.
Las luces de las oficinas siempre encendidas, mostraron mejor su claridad al abrir las puertas llenas de avisos que ahora no podía ver si es que estaban ahí o yo me había me los había imaginado. Seguro que me los imaginé. Esto no podía estar pasando: Una oficina de identificación abierta a las 3:30 a.m. Empleados de una oficina de identificación sentados en una mesa organizando una lista. Empecé a sonreír imaginándome que esto fuera verdad. El efecto del humo de la tía me había puesto así de pendeja... Me meaba de ganas y de risa, pero callaba y ponía mi mejor cara de no entiendo un coño. Le tocó entonces a mi pana Elsa. Y ahí mismito le tocó a mi alma morocha y luego a mí. Cédula en mano. La entregué y el FUNCIONARIO, la leyó y me miró. A todos les anotaba apellido y nombre. El primero en los dos casos. No fue así conmigo.
Yo fui anotada con mi apellido, el primero, pero el nombre el último de los tres que tengo registrados en la identificación a punto de vencer.
Le dije, "señor ese es mi último nombre, mi primer nombre aparece ahí"... "Próximo"... "Pero señor"..., "Próoooximoooo. Ya señora, ya". Y lo dejó así. Me dio mi cédula y saliendo volví a ver las puertas... Los avisos estaban ahí. Yo pensaba que los había imaginado desde las 7 de la noche hasta las 4:30 AAM. del sábado 11 de Junio de 2005. "EL LUNES 13 A LAS SIETE AM. se irán LLAMANDO POR EL ORDEN QUE ESTÁN ANOTADOS EN ESTA LISTA".
El ruido de la bocina de una ambulancia me hizo pensar que ojalá que existieran FUNCIONARIOS tan dispuestos VOLUNTARIAMENTE a realizar su trabajo tan eficientemente una madrugada de sábado. Continuará…

Ese lunes de la verdad...

Ese lunes, el siguiente, pero ya hace dos desde la última crónica de la aventura del pasaporte, estábamos preparados, a que no iba a ser a las seis de la mañana como nos lo habían dicho, sino a las cuatro, para evitar esas incomodidades de defender un espacio que no había, el de la tensión ¿final?, jajaja.
Allí estábamos, nos conocíamos casi todos, allí supimos que los sobrinos no se conocían de nada, y que aquella preñada que escupía su rabia no iba a viajar. En su lugar lo iba a hacer otra gente, que no era nuestra primera vista familia tampoco…
Cuando llegó la hora más o menos 6 de la madrugada, apareció aquel mismo “Comando Identidad”, con la misma participación de empleados de la institución ONIDEX, y policías de Sucre.
“Contra la pared, ya ustedes saben como es esto. No quiero a nadie en doble fila, el que no esté en su puesto se me sale. La tercera edad se paran por allá y los demás acá. Orden, orden”.
“Señor, señor, esta señora no va aquí… Yo si... Acabo de llegar, y me estaban guardando el puesto”
. Se escuchaba por atrás. Alantico, no había rollo, no iba a pasar ni un zancudo. Mi pana Elsa, movía a las carajitas, ella misma, iba a la otra cola a ver como estaba su mamá la privilegiada diabética, hipertensa e infartada, que la iban a privilegiar pasándola sola de primera. Nada de compañía. Adentro, la pobre señora portuguesa escribiría su planilla con ayuda de algún otro privilegiado con menos cataratas que ella.
También a esas horas abrieron las puertas y comenzó a pasar la privilegiada gente de la tercera edad. Si, esa misma privilegiada gente que se había mamado un día completo de NO-COLA, !que detalle!.
Como a las 7 a.m., las oficinas estaban funcionando con casi todo el personal. Yo los veía llegar porque es que estábamos entre los primeros 12 de la cola. Fue muy sencillo.
En el medio de las dos colas, la de los no privilegiados y la de ellos, que era menor, se aparecían personas arregladitas, que venían preguntando por el director. Le respondían que no estaba, pero que esperaran por ahí y que ya venía. A otros, le sacaban UNA OTRA LISTA, que como yo tengo deformación profesional, pude ver que era la lista de autorizados por el director. Muda, como muerta, había que ver de qué se trataba. Seguro que venían a buscar sus pasaportes ya hechos… No se puede ser tan mal pensado en la vida. Coño, que me salen arrugas de la mala leche.
De pronto escucho al funcionario sentado con ojos tan trasnochados como los míos decirle a una señora, “no mi amor, el director no creo que venga, es que se le murió la mamá y no va a venir. Pero el llamó y dejó una listica. Yo ahora la veo y te digo. Quédese por ahí, que no la vean mucho.”
A lo que empezaron a salir los primeros viejitos, y comenzó la gente feliz, a gritar vivas, de pana, que me sentí absolutamente avergonzada y comprendí la alegría de la injusticia. Que maraca de arrechera se me estaba desencadenando. Pensé en otras cosas, como por ejemplo, que ganas de hacer pipi. SI otra vez. Y le pregunte a uno de los funcionarios si adentro había baño para el público. Dijo No con una sonrisa gentil, y le pregunté si podía ir un momentito, por si pasaban a los que no éramos de la tercera edad. Mi marido me miraba con esa mirada que lo dice todo. Jejeje. La vejiga es mía mi amor, así que voy al baño cuando yo tengo ganas. Con las tuyas no me meto… ” Si, si, vaya, tiene tiempo. Es que falta un rato todavía para que ustedes pasen”.
Miradas comprensivas entre mi marido, el funcionario, y la meona, y salí con otros planes. Ja, Ahora me tomo un café. Y luego voy al baño. Y así hice. Estaba riquísimo. Marrón Grande Caliente. En la cafetería de Guaco: ñumi, ñumi. Luego vuelvo.
Cuando llegué estaban mis amigos entrando, con las niñas que tenían exámenes y que cargaban sus propias arrecheras con ellas y con sus padres. ¡Que viva Herodes! Bueno, bueno, llegó mi hora, y de repente, pasamos a otra cola adentro. Esta vez, mandaban a sentar. Había que irse sentando en orden. Pero yo no entendía… Habían más de veinte personas entre mis amigos, y nosotros, “Señor, pero es que yo voy con aquellos allí”… “No usted, va aquí.” “No, señor yo ando con ellos…” “Señora, ¡ya!, está aquí. Van a pasar todos. No se enrolle.”
Miradas, entre mi amadísimo esposo y quien peleABA, y decidí que no era hora para perder el esfuerzo de todas aquellas mentadas de madre. Y que esos de la cola, serían personas que no tenían nada que hacer con los pasaportes.
Ni modo.
En esta cola sentados, que había que ir rotando según se movía la cola, nos dieron dos planillas iguales para ir poniendo las fotocopias de las cédulas, que debían estar recortadas y no como las llevábamos la mayoría, en hoja entera, se iban engrapando. Se llenaban los datos personales en ambas planillas y pasaba un señor que daba susto por lo blanco, y porque no hablaba con nadie con una engrapadora, mirando y engrapando…
Los que no tenían estampillas podían comprarlas adentro, porque también esa oficina estaba abierta. Todo funcionaba.
Después nos quitaban las planillas engrapadas y las fotos y los timbres fiscales volvimos a una breve cola de pie, donde iban llamando por el orden de la nueva cola. Allí pasábamos a un escritorio donde nos escribían a mano los datos en un pasaporte nuevo, nos lo daban para revisar los datos y pegaban la foto y los timbres. Luego pasábamos a que nos pusieran las impresiones digitales en una planilla. Ese fue un encanto de experiencia. El señor, decía algo así como si estuviéramos en el ginecólogo, o el odontólogo, para que lo entiendan todos los sexos: “afloje, no se ponga tensa y haga lo que yo le diga. Deje que yo haga el movimiento. Colabore” Y nos ponía el dedo pulgar de cada mano pringao de tinta negra y nos hacía así: zuas, y de una nos pasaba el dedo de un extremo al otro de la huella. Y luego el índice. Y así nos pasó un papelito y nos dijo que no nos quitáramos la tinta de los derechos para pasarlos en otra cola a otro documento. ¿¿??
No era tan enredado como se lee. Eran cuatro colas, o cinco. Que se yo. Ya no me acuerdo si firmé o no. Y la foto? La habrán pegado bien. Ay Dios. Llegó la hora que no sabes como fue. Pero ya. Pasó.
Todos los empleados que me atendieron, lo hicieron casi felices de servirnos. Y eso que entre ellos comentaban cuánto iban a recoger para el ramo de la mamá del director. Ah, caray, no era cuento. La señora si se había muerto. Si seré mal pensada. Ni modo. Q.E.P.D.
"Vuelva en ocho días". Casi que le doy las gracias. Cuas, cuas, cuas… Ja, ja, ja
No entendí nada. Salí aturdida. No entendí. Y ahora les digo por qué no vi la necesidad de esta humillación y denigración al ser humano.
Me sentía en un campo de concentración, feliz porque no me toco horno. No me jodan. Que vergüenza con ü con punticos. En un país, que unos llaman madre patria, otros España, y otros el imperio colonizador, por razones genealógicas, de las que me siento muy orgullosa, pude sacar un pasaporte con la nacionalidad española. La aventura, a pesar de lo pesados que suelen ser los funcionarios consulares de la sede española, se inicia en colas larguísimas, con un orden, para los que van a solicitar información o planillas, y otra para quienes van a otro piso a llevar los recaudos solicitados después de hacer las colas y enterarse. Al llegar al lugar donde vamos a ser atendidos, le pasan por un detector de metales. Le mandan a apagar el celular. Le dicen que pulse en un botón como los de los bancos, la diligencia o las diligencias que va a hacer. Y la aventura empieza por información: Cuando le toca, la persona que le atiende, le va escuchando y sacando papeles. Le hace las preguntas de cantidad de personas, o de orientación en cuanto al documento y le entrega –cero pana- un papelero con un papel explicativo con los recaudos y un papelito con una fecha que es el día de la cita para que entregue los recaudos. Va explicando, subrayando, aclarando, y… próximo.
Cuando sacas los papeles que te piden… con los reconocimientos internacionales y demás yerbas aromáticas, y llegas a la fecha de la cita te vuelves a tu cola y cumples el recaudo. OJO: siempre te van a pedir un sobre de DOMESA o AEROCAV para enviarte el documento a la casa. Se acabó la historia. CERO SOBORNO. Por lo menos a la vista. Ah y es más barato que el NUESTRO. Que no lo sepan porque ahora lo suben.
Si estos afanados trabajadores nuestros, no estuvieran en el negocio gastronómico, o sea, el guiso, estas colas y estos comandos policiales y estos absurdos horarios de fines de semanas, y escondites. Porque quién ha visto trabajador voluntario, llegando todos los fines de semana a madrugar a las 3 y a las seis de la mañana. Dícese que las comisiones van por el millón. Así se entienden muchas cosas. Claro que ni hablar de los pasaportes por encargo. Que envidia de los que tienen tres, cuatro y más libritos con distintas identidades.
Molleja de Bisnes.

Necesito compañía...

Prometo una noche extrema... sudor, lágrimas, risas, chistes, carcajadas, gritos, dolor de piernas... al que me quiere acompañar a sacar el pasaporte en Los Ruices. La cola comienza el Viernes en la tarde. Si hay alguien que tenga que sacarse su pasaporte Bolivariano por favor avíseme!!!!
Wiki cuentales tu experiencia a ver si se animan...

junio 24, 2005

El chiquero reunido


El viernes 17 de junio el chiquero en pleno, junto a dos profesores y algunos esposos se reunieron para celebrar la finalización del curso. Hubo muchas que arrugaron y no fueron, incluyendo a Zinnia... pero no se preocupen porque las recordamos toda la velada.
Otros que se hicieron los locos y huyeron por la derecha fueron Topocho y el clan Maléfico, y eso que le advertimos que iba a ser una celebración y no una charla con 20 mujeres enseñándoles a hacer Ping.
Los profesores Mabel y Héctor fueron distinguidos con una corona de plumas y un sombrero, y el resto con unos antifaces... vean las fotos

Llegó el chiquero

Formado por chicas del curso de especialización de periodismo online de la UCAB.
Después de haber conocido la experiencia del Blogg en clases, nos unimos un grupo de chicas, para darle vida a este espacio sin ningún objetivo concreto, sino darle a las teclas hasta que salgan ideas. Y compartirlas con ustedes.